Es un reto
perturbar tu concentración
no importa si la lluvia
parte el sol en mil cristales
nadie lo consigue.
Sables ensangrentados
y catapultas con bolas de fuego
legiones enteras
disputándose territorios
en el escenario de tu autismo pasajero.
ni los jazmines publicitando su aroma
ni los juncos saludando el andar
interrumpen tu sigilosa hipnosis.
Ni el sensacionalismo religioso
ni el cientificismo teórico
argumentan tu mudez.
En ocasiones mínimas
tu verborragia latente
se hace suspiro.
En el transcurrir (de acciones)
tu aguja marcará el máximo
ni el suave acariciar de los duraznos
ni la parafernalia de las cotorras
soportará tu crisis
tu ansiada explosión.