lunes, 13 de octubre de 2008

12 de octubre

Durante mucho tiempo la escuela reprodujo un discurso que reivindicaba el 12 de octubre como el “día del descubrimiento de América” o el “día de la raza”. En los últimos tiempos se considera la expropiación y sufrimiento de los pueblos originarios.
Deberíamos replantearnos lo que festejamos; deberíamos elegir cuidadosamente las palabras que elegimos. “Raza”, por ejemplo. Las Naciones Unidas declararon (en 1959) que la palabra “raza” carece de valor científico y sólo incentiva al odio entre los hombres de distintas culturas.
Deberíamos también revisar la historia y analizarla sobre otras bases ideológicas. El auge del mercantilismo (la acumulación de riqueza, principalmente de metales preciosos) en Europa hizo que las fronteras quedaran chicas. La expansión era inevitable. El carácter individualista, materialista y feudal de esta expansión era, también, inevitable. Se enseñaba que los españoles habían llegado a un continente vacío y, por ello, legítimamente conquistable, pero este pensamiento pone a los primitivos habitantes de la región en el papel de animales. El continente americano no sólo no estaba vacío de seres humanos sino que estaba lleno de cultura. América era un continente que no estaba constituido como tal. América no tenía conciencia de sí mismo como tampoco tenía conciencia de la existencia de los otros continentes. Por lo tanto, no tenía necesidad de demarcar sus fronteras, dividir sus reinos, acumular riquezas (como el oro y la plata) y hablar una sola lengua. El régimen feudal europeo (o sea, los ricos antiguos) se sostenían con la esclavitud. Para que haya ricos tiene que haber pobres. Los ricos antiguos de Europa pensaron que para ser más ricos necesitaban acumular más riqueza (que ya no había en Europa) y tener más esclavos. Hicieron una vaquita entre los reyes y los bancos españoles y lo mandaron a Colón de viaje. ¡Qué linda fue la sorpresa cuando descubrió tanta tierra fértil, tanto oro, tantas nuevas especias y tantos futuros esclavos! Por supuesto que la conquista o invasión no podría lograrse sin una excusa, ellos la llamaron: evangelización. En el nombre de un dios, que los pueblos indígenas no conocían, exterminaron culturas enteras, se persiguió a todo aquel que se rebelara al nuevo régimen, se oprimió, explotó, saqueó y aniquiló.
El argumento de aquellos que dicen que “si no fuera por Colón, no tendríamos televisión, viviríamos en los árboles y cazaríamos ciervos”, es simplista. Reduce todo a una hipótesis sin sentido. Nadie puede asegurar cómo hubiera sido. Lo que sí podemos decir es que no estamos en condiciones de seguir “festejando” en el 12 de octubre. Festejemos (¿porqué no?) el 11, como el último día de libertad de los pueblos indígenas.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

uy

Anónimo dijo...

CON RESPECTO A ESTO DEL 12 DE OCTUBRE HACE POCO VIAJANDO POR SALTA CONOCÍ LA HISTORIA DE LOS QUILMES UN GRUPO DE ABORÍGENES AUTÓCTONOS ARGENTINOS ESCLAVIZADOS Y DIEZMADOS POR LOS CONQUISTADORES, FUERON LOS QUE LE HAN DADO NOMBRE A LA LOCALIDAD DEL SUR DE LA PCIA. DE BUENOS AIRES Y LOS INVITO A CONOCER SU TRISTE HISTORIA, SU SUFRIMIENTO Y LA DECISIÓN QUE TOMARON AL PROMETERSE NO TENER MÁS DESCENDENCIA PARA NO TRAER HIJOS AL SUFRIMIENTO. BUSQUEN INFORMACIÓN ES UNA HISTORIA MUY TRISTE PERO LLENA DE NOBLEZA Y EJEMPLIFICADORA

elena dijo...

¡Hola!
Me siento en la obligación de puntualizar un asunto, Franquito: antes de la llegada de los españoles, muchos pueblos indígenas estaban ya sometidos a otros pueblos indígenas (sobre todo a los incas, y no se respetaban demasiado ni la libertad ni la vida humana).
Por eso la colonización fue relativamente fácil, porque algunos de esos pueblos menos avanzados pensaron que les convenía ayudar a los españoles en su conquista. Que esa fuera una decision adecuada o no, efectivamente nunca lo sabremos; pero por favor, la leyenda negra no fue taaan negra (y no estoy negando nada, que conste que yo como española siento algo de vergüenza y también culpa por cómo fue la historia).

Anónimo dijo...

Esta viene larga; sepan disculpar:

Creo que hay que cuidarse de no caer en una visión ingenua e idealizada de las culturas originarias. En concordancia con Ele, es bueno recordar que tanto aztecas como incas desarrollaron imperios, que, como todo imperio, se asentaban en la subyugación y el sometimiento de otros pueblos y culturas. De hecho, es difícil pensar en culturas desarrolladas que no hayan perseguido acciones de expansión y conquista. Hay que recordar que el respeto territorial y de independencia cultural son valores modernos de aplicación relativamente reciente, que no pueden trasladarse ciegamente al pasado.

Ahora bien, si hay algo que se puede cuestionar en la conquista europea –y aquí disiento hondamente con Ele, es su política de exterminio. Históricamente, es común encontrar pueblos que sometan a otros pueblos; ahora bien, ya no es tan común encontrar pueblos que busquen eliminar de modo radical a los pueblos que someten. Esta política, en el caso de España por lo menos, es imposible de justificar, debido a la clara contradicción que presenta con los valores cristianos que eran, al mismo tiempo, esgrimidos como legitimadores de la supremacía española. Esta incongruencia con los propios valores de la época queda expresada en la existencia de personajes y grupos que entendían la conquista en un sentido más humano. Así, por ejemplo, los jesuitas procuraban liberar a los aborígenes e integrarlos al sistema colonial, inculcándoles no sólo las ideas y valores de los colonizadores, sino incluso los modos de producción y comercio europeos. El que haya habido una clara política de sometimiento y exterminio desde la corona española –con apoyo del Vaticano- queda en evidencia, entre otras cosas, con la expulsión de la orden jesuita de América en 1767. Esta expulsión deja en evidencia que la evangelización era sólo un pretexto y que los aborígenes eran, en realidad, una molestia para los intereses españoles.

En definitiva, hay que tener cuidado de la leyenda blanca que hace de los pueblos americanos una sociedad idílica, así como de la tendencia grisclarita que trata de rescatar elementos de la conquista. Esto puede estar bien para nosotros, descendientes de europeos, pero desde el punto de vista de los pueblos originarios, no hay mucho (va, no hay nada) para rescatar.

elena dijo...

Por las dudas, quiero dejar absolutamente claro que yo ni justifico ni relativizo la política de exterminio de los colonizadores.
Fue una masacre horrible, por cierto movida básicamente por intereses económicos. La congruencia con los valores católicos (si es que se los puede llamar así, pero este ya es otro tema) era algo superficial. Quienes se aventuraron a conquistar territorio americano eran hombres que en la Península no tenían forma estable de ganarse la vida. Y esto son datos, no justificaciones.
Los religiosos que se embarcaron en la colonización también iban a hacer su negocio particular, y muy pocos se preocuparon por las personas que allí encontraron; de hecho, una de las discusiones más difundidas era si los indígenas tenían o no alma.
Y sí, estoy de acuerdo en que poco se puede rescatar de aquel atropello; lo único, viéndolo hoy, es que podemos estar discutiendo sobre este asunto desde las dos orillas del Atlántico, en el mismo idioma.

david rojas dijo...

Buenas por el blog, ya me suscribí!

Franco Krí dijo...

Gracias a todos por haber pasado! Susana me comentó la historia de los Quilmes en persona y es conmovedora: juraron no procrear para que sus descendientes no sufrieran! El extremismo de la resignación!!!
El debate que pusieron sobre la mesa Ele y Simud es válido e interesantísimo. No toca la esencia de mi artículo pero trae a la discusión una arista en la que no me había referido, porque como lo dice Simud es inútil "idealizar" a uno o a otro. Mi boceto de análisis intentaba demostrar que las raíces de nuestra organización socio-económica fueron impuestas e importadas. Nuestras relaciones sociales, cuando digo "nuestras" me refiero a la de los aborígenes, cambiaron por la crisis que produjo empezar a ver a los metales preciosos como valiosos para el intercambio en lugar de para la ornamentación. El cabio de relaciones sociales se sustenta sobre las bases de valores nuevos y contradictorios para unos y otros. Sin idealizar ni a uno ni al otro, porque, como dije, es simplista afirmar que estaríamos mejor con plumas o que estamos mejor gorras.

Anónimo dijo...

Hola cristian, yo te digo, que lo peor que trajimos los europeos de europa y los aristócratas que ya estaban acá, fue la no inclusión de pueblos indígenas, tratándolos como razas inferioresy de baja calidad al igual que a los gauchos. Y desde ahí, desde la no inclusión de todos los pueblos que conformaban la Argentina, tampoco podemos ponernos de acuerdo y tner un proyecto en común como nación, si los rubios miramos a los negros como no merecedores de la ciudadanía argentina, y los pobres sin educación, miran con resentimiento y odio a los que más tienen porque les hicieron creer que solo sirven para pobres. Que se yo, de las pocas cosas que me dejo el curstio hermoso que hice con vos en el verano. Besosososo

Daniel Barona Narváez dijo...

Muy buen artículo, y de hecho, si nos ponemos a reflexionar un poco más, vamos a darnos con que no deberíamos celebrar casi ninguna festividad impuesta por los estados o las iglesias. En el caso del 12 de Octubre, ¿qué estamos celebrando? ¿la llegada de invasores? Pero no recordamos que esos indígenas muertos, torturados, vilipendiados, y considerados como seres inferiores, fueron también nuestros antepasados!
Estas festividades fueron impuestas desde aquellos tiempos, y durante siglos, nadie se ha puesto a pensar y valorar realmente lo que somos, ni las acciones que tuvieron que cometerse para "conquistar" o "descubrir" América.
Te invito a pasar por mi blog www.naturalezayracionalismo.blogspot.com
En él hablo de temas como biología evolutiva, análisis crítico del pensamiento religioso, ateísmo, etc.
Un saludo.